El 16 de marzo, ha venido a nuestra facultad de comunicación, Alfons Cornella, un empresario e innovador, creador de la empresa Infonomia, que nos ha hablado bastante a fondo de la situación en la cual nos encontramos económicamente hoy en día, y qué recursos y factores podrán mejorar esta, entre otros, a lo largo de los meses y años que están por venir.
Hemos decidido hacerle una entrevista, a la cual ha respondido libremente, para informarnos sobre su empresa, saber un poco en qué consiste su trabajo, y de qué manera puede beneficiar a la sociedad.
¿Desde siempre has querido ser empresario?
Nunca lo he querido ser. Me tuve que hacer porque nadie creía en la idea que tenía. De hecho, llevarlo a la práctica ha sido muy difícil porque quizás no estamos en el ecosistema adecuado para hacer mucha innovación. También puede ser que yo no tenga las habilidades. Si algo he aprendido es que hay que ser honesto con uno mismo. Yo no me había planteado ser empresario y quizás no debería haberlo sido nunca. Tengo mucho respeto por las personas que llevan adelante una organización. Los humanos somos seres muy complicados y gestionar un conjunto de personas, es de las cosas más difíciles que se pueden hacer.
Estás formado en Física Teórica ... ¿Por qué no te has dedicado profesionalmente?
Cuando yo acabé la carrera, antes de 1986, España aún no había entrado en la Unión Europea, y las oportunidades para salir fuera del país eran limitadas. Esto implicaba que poder hacer carrera científica era muy competitivo, y si algo no soy, es competitivo. He intentado mantenerme al día, pero es difícil porque la ciencia es algo muy serio. También, mi mayor respeto por los científicos. Aparte, cuando terminé la carrera tenía bastante interés por la divulgación científica y me dediqué unos 4 años. Aprendí mucho, que es, para mí, lo que realmente cuenta.
¿Por qué Infonomia? Es decir, ¿cómo y cuándo decidiste crear esta empresa?
Estuve unos años como profesor en ESADE, hablando de la importancia de la información como recurso estratégico, y fui interesándome por difundir esta idea entre las empresas que quisieran escuchar. De hecho, había vuelto de hacer un máster en Estados Unidos que iba de este tema (Information Resources Management), y era bastante lógico que tuviera ganas de combinar la relevancia de la información con el impulso que Internet estaba cogiendo. La idea era que en el tándem IT (information technologies), se hablaba básicamente de la "T" cuando yo veía que lo que era realmente crítico era la "Y". Creo que el tiempo me ha dado la razón. Sin tecnologías no vamos a ninguna parte, pero sin datos e información tampoco.
¿Cómo se te ocurrió este nombre?
Se me ocurrió un día volviendo del trabajo. Era una noche en que estaba especialmente cansado, ya habíamos puesto a los hijos a dormir, y sentado en el sofá me pregunté, quizás de una forma un poco esotérica, "a qué me dedicaba yo profesionalmente". Entonces vi que en el trabajo estaba rodeado de economistas. Miré cuál era el significado del término economía en el diccionario y vi que era, más menos, gestión de los bienes (oikos + nomos). Me dije que yo lo que hacía era gestionar la información, y por tanto que mi trabajo era la infonomia (info + nomos). Fue exactamente así.
¿Podrías explicar de forma resumida en qué consiste esta empresa?
Ha ido cambiando a lo largo de los 20 años que tiene. Pero en general lo que hemos hecho es dar servicios a las empresas para que puedan innovar mejor. Durante unos años esto consistió, principalmente, en mostrarles qué estaba pasando en el mundo. Después, dirigir proyectos que mostrarán alternativas, oportunidades para lo que estaban haciendo. Y en los últimos años nos hemos centrado más en entrenar equipos de innovación en las empresas, o sea entrenar grupos que apliquen metodologías útiles para hacer propuestas de valor nuevas que puedan prototipar.
¿A qué te has dedicado durante la pandemia? ¿Tu trabajo ha sido todo dedicado a esta?
He hecho varias cosas. Aparte de dedicar mucho tiempo a leer cosas nuevas de mi trabajo, que es una parte imprescindible de lo que hago, y trabajar en algún proyecto de innovación para algún cliente, hemos llevado a cabo un pequeño estudio sobre qué han aprendido las empresas como consecuencia de la pandemia. Ha salido un libro en tres idiomas (inglés, español y catalán) que creo que es útil. Aparte, he vuelto a estudiar cosas muy elementales de física para intentar mantener la cabeza atenta.
¿Tu empresa se ha visto afectada por la pandemia? ¿Cómo?
Sí, ha habido mucha menos actividad, y la que ha habido se ha convertido en trabajo remoto. Los que nos dedicamos a la innovación sabemos que cuando hay problemas en el entorno; la innovación es de las primeras cosas que caen. Por lo tanto, es un momento para parar y reflexionar sobre qué podrás ofrecer que sea útil cuando se termine todo esto.
En cuanto a la charla, has dicho que China sería el primer país que se recuperará antes que los demás. ¿Por qué lo crees?
Primero, porque su economía tiene un componente industrial muy importante; China es la fábrica del mundo, y el consumo de los objetos no se detiene: necesitamos de todo para funcionar en el día a día, más allá de la comida... Y muchas de estas cosas se hacen en China. No podemos pasar de ciertos objetos manufacturados (si se te estropea el teléfono o el ordenador, ¿no te vas a comprar uno nuevo?) En cambio, nuestra economía se basa en un 60% en servicios, y si no los puedes utilizar, pues no los usas (si no puedes ir al restaurante o un hotel, pues no vas...). Esta es la principal diferencia que, en mi opinión, hará que la recuperación sea más rápida en China.
¿Cuánto tiempo consideras que tardaremos, en España, en superar la crisis económica en la que estamos sumergidos actualmente? ¿Con la ayuda de qué factores?
Una cosa es superar la crisis económica actual, que superaremos más o menos rápidamente según evolucione Europa (vendrán turistas o no, continuará el mercado inmobiliario o no, podremos exportar productos a buen precio que sean competitivos, etc.). Desde mi punto de vista, no tiene ningún sentido hablar de la economía de un país europeo sin tener en cuenta el conjunto del continente. No tenemos ningún futuro si no existe una Europa competitiva internacionalmente, en especial frente a Asia. Aparte, si superamos la crisis, hay muchas más cosas que resolver, como un modelo económico basado en productos y servicios de baja calidad y densidad de innovación. Esto no se arreglará con poco tiempo. El problema es estructural y soy bastante pesimista sobre nuestra capacidad de cambio. La gente del país no entiende dónde estamos, y que hay un esfuerzo muy grande por parte de todos para hacer más competitiva la economía. Y no tenemos el liderazgo necesarios para hacerlo. En particular opino que tenemos demasiados ejecutivos y pocos empresarios. Y que la visión del mundo es muy escasa; no se está entendiendo hacia dónde va el mundo...
Has dicho que te dedicas más a la innovación que a la comunicación. Tienes un manual que habla de la innovación. ¿Qué consejos o tips nos puedes dar en respecto a esto?
Eso sí que es difícil de sintetizar. En mi página alfonscornella.com hay varias presentaciones en vídeo accesibles. Pero para resumir mucho, diría que la innovación consiste en mejorar una propuesta de valor, o sea, a idear cómo aportar más valor a los clientes en los productos o servicios que utilizan. Esta mejora puede consistir en cambiar el producto, la tecnología que se usa para hacerlo, la forma de venderlo, de distribuirlo, etc. En fin, se trata de coger el modelo de negocio actual: cómo se convierten los recursos de qué dispones (conocimiento, materias primas, tecnología, etc.), en productos o servicios que sean de utilidad, que sean percibidos como "valor" por el cliente. O sea, se trata de convertir ideas en valor para generar resultados (económicos y sociales). Y una de las mejores formas de hacerlo, es detectar problemas del cliente y aportar soluciones que den una mejor respuesta a su problema.
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